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jueves, 3 de julio de 2014

Desastres cotidianos

Hay una ballena en el patio. (dijo Pablo)
O un termotanque muerto. (dije yo)
Vivieron en él, durante más de 20 años,  unos uruguayos murgueros. 
No estaban a la vista,  no.  Pero si lavabas los platos o alguien se bañaba, se los escuchaba llegar con sus tambores. Y de pronto, viajabas sin escalas desde la cocina al carnaval de Montevideo. 
Ahora el silencio se llenó de agua. No suena nada. 
Parece una ballena encallada en la orilla del ventanal,  o la desolación definitiva del agua caliente.

Las cosas...  escribió Borges.  
"Vivirán más allá de nuestro olvido; 
no sabrán nunca que nos hemos ido."
Ya no.



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